Ir al contenido principal

Ejemplos de tipos de alimentos

A continuación se exponen un par de ejemplos por cada categoría de alimentos establecida en el Código alimentario español, aunque hemos de entender que los ejemplos proporcionados podrían clasificarse en varias de las categorías establecidas:

Alimentos fundamentales: Estos alimentos ocupan asiduamente gran parte de las porciones o son el ingrediente principal de muchos platos. Por ejemplo, la patata o el arroz.

Alimentos perecederos: Aquellos alimentos que tienen una vida útil finita y, habitualmente, corta se clasifican como perecederos. Por ejemplo, la leche o cualquier carne.

Alimentos impropios: Estos son aquellos que no son habituales en la dieta o totalmente desconocidos para una población concreta. Por ejemplo, en España podrían serlo la kombucha (bebida fermentada) o cualquier alga que pueda usarse con fines culinarios.

Alimentos adulterados: Los alimentos que suelen adulterarse llevan aparejado un abaratamiento del coste de producción o, visto desde otra perspectiva, un incremento de la rentabilidad del producto. Por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) o el jamón cocido.

Alimentos falsificados: Estos alimentos suelen se aquellos con los que intentan "meternos gato por liebre", es decir, que sus características o composición aún siendo similares al original no se corresponden con ellas. Así, suele ser recurrente encontrar falsificaciones en alimentos cuya preparación requiere mucho tiempo o su obtención es verdaderamente laboriosa. Por ejemplo: la trufa o el queso parmesano.

Alimentos alterados: Estos alimentos han sido sometidos a procesos que han alterado sustancialmente sus características nutricionales, su composición y su estado. Por ejemplo: la mantequilla o almendras (rancias).

Alimentos contaminados: En esta clasificación de los alimentos podrían incluirse las frutas y verduras. Habitualmente, estos alimentos se exponen al público en estanterías, de modo que suelen estar en contacto con el aire y con diferentes personas (se pueden depositar partículas, sustancias y/o microorganismos que contaminan al alimento), pues es común que el cliente seleccione aquellas piezas que considera mejores. Igualmente, habrá alimentos que puedan contaminarse durante su preparación o almacenaje. Por ejemplo: pimientos o mayonesa.

Alimentos nocivos: Aquí encajarían todos aquellos snacks o alimentos ultraprocesados que, además, contienen gran cantidad de colorantes y conservantes industriales. Todas ellas características que los constituyen como alimentos que si se consumen con frecuencia y en abundancia generarán problemas de salud a buen seguro (hipertensión, colesterol...). También, podrían clasificarse como alimentos nocivos a aquellos que aún no siendo naturales podrían generar alguna afección. Por ejemplo: las patatas Pringles o alguna variedad de seta (que pudiera resultar tóxica).

Comentarios

Lo más visto

La estrategia del asterisco en los alimentos funcionales

Los dos alimentos mostrados (L. Casei y bebida láctea enriquecida con proteínas) son funcionales y realizan el mismo uso de la técnica del asterisco. Así, ambos publicitan su contenido en vitamina B6, a pesar de que la concentración de este nutriente está limitada y representa únicamente el 15% de la cantidad diaria recomendada. Además, en España no necesitamos suplementar la ingesta de vitamina B6 debido a nuestra dieta  "¡Ya vamos hasta arriba!" como dice el Dr. José Manuel López en su conferencia " Científico en el laboratorio de día... espía en el supermercado de noche ". No obstante, la gama de productos lácteos funcionales de Mercadona ha obtenido muy buenas críticas, en especial los yogures . Aunque con estos batidos vuelven a usar la estrategia del asterisco.

Alimentos funcionales

En el súper podemos encontrar varios ejemplos de alimentos funcionales. Por ejemplo, en mi casa es bastante común consumir leche sin lactosa (Figura 1), un alimento funcional al que se le ha incorporado la enzima lactasa a fin de eliminar la lactosa que contiene el alimento. Ello facilita su digestión y la absorción de los nutrientes, al degradarse la lactosa (disacárido) en monosacáridos (glucosa y galactosa). También podemos encontrar alimentos funcionales que han sido enriquecidos con algún nutriente a fin de mejorar su calidad o valor nutricional. En este caso, podemos encontrar varios cereales enriquecidos (Figura 2), que son consumidos habitualmente en los desayunos o las meriendas. Igualmente se encuentran productos que son suplementados con ingredientes, nutrientes u otros elementos que originalmente no tenían. Es el caso de los L. Casei (Figura 3). Por último, cabe destacar aquellos productos en los que se ha alterado la biodisponibilidad de alguno de sus nutrientes. Por ejem